Tras varios días de ausencia en el blog regreso más que con una reseña con una serie de reflexiones acerca de lo que, hasta la fecha, es una de las experiencias más brutales de mi vida: Haber visto a Dios encarnado en Bruce Dickinson, Steve Harris, Nicko McBrain, Janick Gerz, Adrian Smith y Dave Murray. Incomparable. Lamento no haber escrito el post a tiempo, pero tenía que esperar a que reposaran un poco las emociones (y, lo admito, librarme de la pereza que me da a veces) para poder ser lo más objetiva dentro de la subjetividad que implica haber visto en concierto a la banda con la que había soñado desde que tenía uso de razón.
En primer lugar, y muy muy personal, agradezco la compañía que tuve en el concierto, bien saben que un show de tamaño calibre y de tan alta carga emocional no hubiera sido lo mismo sin ustedes (y saben bien que es así bichines)... Pasado el momento emocional, lo primero es denostar la PÉSIMA organización que del show hizo la nunca lo suficientemente criticada Evenpro. Ese cambio de locación del Estadio Universitario al estacionamiento del Poliedro 4 ó 5 días antes del show demuestra una vez más la falta de seriedad y de logística de esta compañía. No digo que el estadio haya sido la mejor opción, pero a lo mejor no hubiera pasado lo que todos los que compramos entradas VIP lamentamos: el culto al vivalapepismo criollo.
Ok es verdad, cuando vi a Dream Theater en el 2005 en el Poliedro también me pasé de la zona general a la VIP, no tengo moral para criticarlo, pero no por eso dejo de admitir que es realmente injusto con los que pagamos 450 bs y a la vez super peligroso ¿Qué hubiera pasado si alguien se caía mientras tumbaban la barrera y ese montón de gente le pasaba por encima? De verdad, un espectáculo lamentable el que Evenpro dio una vez más.
Curiosidad 1: La cola era tan descomunal que había personas que cobraban 20 bs para dejarte pasar. Mis amigos y yo pagamos y el gordito que nos hizo la transacción le dio una parte de la plata a un guardia y pasamos. Insisto, no me enorgullezco, pero que sirva de ejemplo y muestra de la caca de organización del show. Lo que pienso ahora es que, el recontra congo de su madre: ¿Pagué en total 470 para ni llegar a primera fila y haber sido embarazada sin quererlo por toda la marabunta que se me encimó? Me lleve el chanfle.
Ahora sí, entremos en materia. Lauren Harris como telonera, aunque parezca mentira, ha mejorado muchísimo desde que la vi por primera vez como artista de soporte de Within Temptation en Madrid en el 2007... lo que no quita que, a mi juicio, Lauren viva más del apellido del papá. Sus músicos son buenos, su guitarrista no es para nada malo, pero su música es un pop rock disfrazado de hard rock con una voz melosa y fea.
Curiosidad 2: Antes de que Lauren se montara en tarima un inglés, supongo que del crew de Maiden, se puso a predicar a favor de la paz y la no violencia, que viéramos el concierto tranquilos, que disfrutáramos de la música y tal... me pregunto si lo habrán sacado para que nadie le lanzara nada a la pobre mujer como le pasó en México, jejeje.
A las 8:10 pm más o menos se encendieron las pantallas y transmitieron un genial video al que los presentes aplaudimos como si se tratara de la banda en vivo (admito haber llorado cuando vi las imágenes del Ed Force One, jajaja). Cuando escuché los acordes de Aces High pensé que moriría, y no sólo por la emoción: en mi vida me había agarrado una olla tan salvaje como esa. La calidad del sonido fue impecable, aunque un poco bajo, pero el hecho de tener a 10 metros de distancia a Bruce Dickinson hizo que todas las penurias valieran la pena. ¡Qué voz! ¡Qué presencia escénica! ¡Qué agilidad! ¡Qué dominio de masas! Por algo es el mejor vocalista de metal de todos los tiempos y lo digo sin medias tintas. Y ver a Harris, el cerebro detrás de la bestia, apuntando al público con el bajo... de verdad, una de las cosas más impresionantes de mi vida.
Para mi un momento impresionante del show fue escuchar The rhyme of the ancient mariner, uno de mis temas favoritos y que nunca pensé escucharía en concierto. En esta canción en particular se notó los muchos poseros y chacaiteros que había en el show: en ese intermedio maravilloso, con el sonido del barco, se veía a la gente distraída a más no poder, o al menos por el lado donde me encontraba.
Curiosidades 3 y 4: Soy una licenciada en Letras de lo más intensa y nerd, y cuando Dickinson preguntó "Do you like the english poets?" no sólo identifiqué la canción sino que me emocioné y decía "Sí, sí, el poema de Coleridge, lo he leído, te amo Bruce". Ah, y lo que decía del intermedio y la ignorancia ajena, en ese momento aprovecharon los vendedores de luces de comerciar con ganya y gritaban "La marihuana, las luces, la marihuana, las luces" en un momento sublime como ese. Estuve apunto de lanzármele encima al vendedor y caerle a patadas.
Sería imposible, o en realidad largo y cansón de escribir y leer, reseñar todas las canciones del show, así que les copio el set list y comento al margen. A mi juicio, un 10/10 para estos dioses, y un 20 para Dickinson, quien me hizo dejar la garganta en cada "Scream for me Caracas". Un poco corto quizás, para mi hubiera sido perfecto si tocaban Be quick or be dead, Can I play with madness o Running free, pero no puede tenerse todo en la vida. Vi a Eddie darse un bambolazo en escena ¿qué más puedo pedir?
Setlist:
Aces high (Gritos destemplados cual fan de menudo)
Wrathchild (Empecé a ahogarme en la olla, pero no dejé de saltar)
2 minutes to midnight (Ya me había echado para atrás y más calmada empecé a cantar a todo gañote)
Children of the damned (Qué puto temazo, cómo suena en directo)
Phantom of the opera (Primera sorpresa para mi, casi me derrito con lo bien que suena Bruce. De paso con esta canción me enamoré de Maiden hace años luz)
The trooper (¿Fue en esta que Dickinson salió uniformado? No recuerdo ya, pero da igual, una interpretación impecable de esos seis dioses)
Wasted years (Una de mis favoritas desde que tengo uso de razón, momento épico como ninguno)
Rime of the ancient mariner (Ya bien explicado arriba)
Powerslave (Genial Bruce con la máscara de Anubis, y genial voz)
Run to the hills (La amiga con que estaba estaba al borde del llanto. Yo no dejaba de saltar)
Fear of the dark (todo el Poliedro unido cantando, fue un momento sublime)
Hallowed be thy name (Siempre pensé que había algo de retoque en los discos, pero no, Dickinson sí hace esa nota larguísima, impresionante, el puto amo)
Iron Maiden (Saltos, gritos, cantos, y momento de niña loca en el solo de bajo: "Harris, dame un hijo", qué vergüenza).
--
The number of the beast (Nunca había escuchado mejor la intro de Vincent Price, jajaja. Y nunca había escuchado algo tan escalofriantemente bueno en mi vida)
The evil that men do (Uno de mis temas favoritos de todos los tiempos. Canté tan duro que un tipo que tenía delante me dijo "Tienes buena garganta", otro momento embarazoso)
Sanctuary (Siempre me deja un sabor agridulce esta canción. Me encanta, pero sé que con ella viene el fin. Hubiera preferido que cerraran con Running free)
Si les interesa un buen collage fotográfico pueden descargarlo acá. Tomado de Foros Cantv
Scream for me Caracas: Iron Maiden en Venezuela, 5/3/2009