sábado, julio 25, 2009

Progresivo con goulash: Indukti-Idmen (2009)

Siguiendo las recomendaciones de colegas y amigos, en este caso de don Apocalypso Facto, le dedico la siguiente reseña a una banda polaca de metal progresivo que, como en el caso de los noruegos de Leprous, no conocía de absolutamente nada, pero quienes despertaron tal curiosidad en mi que me bajé toda su discografía... compuesta por un par de álbumes. :P El que hoy nos ocupa es Idmen, continuación del estupendo S.U.S.A.R. con el cual debutaron en el año 2004.

Indukti es una banda de metal progresivo procedente de Varsovia, integrada por cinco miembros, pero no cinco músicos cualquiera sino un Top 5 de cuartos bates: Wawrzyniec Dramowicz (fundador del grupo y baterista del mismo, graduado de Música en la Universidad McGill de Montreal y miembro de la Sinfónica de Varsovia, la Polish Philharmonic Orchestra y ex integrante de la Montreal Symphony Orchestra), Ewa Jablonska (violinista clásica), Piotr Kocimski (guitarrista y psicólogo... sí, así sale en la página oficial de la banda), Maciej Jaskiewicz (guitarrista e ingeniero... de pana no puedo con esos perfiles), y Andrzej Kaczynski (bajista). Todos ellos son miembros y ex integrantes de numerosos proyectos musicales (desconocidos para mi por desgracia) tales como Kokszoman, Robot, Halucyna, Vein, Klinika Psychiatryczna, Bajkonur y Namaste. Viendo el calibre de los músicos que conforman a Indukti, se imaginarán el tipo de metal progresivo que interpretan.

Irónicamente en Idmen no, no predomina el virtuosismo, o bien, claro que sí, pero el tono general de la banda es tan oscuro, tan pesado, que uno no sabe si prestar más atención al lucimiento de las baterías, a los atmosféricos violines o a las guitarras y el bajo creando riff demenciales, o por el contrario dejarse envolver por una atmósfera densa, cargada de experimentalismo. En mi caso procuro no pensar ni en lo uno ni en lo otro sino simplemente disfrutar de la descarga de buena música que ofrecen estos polacos.

Algo que me hace no disfrutar a plenitud de Idmen es la elección de los vocalistas. Lo que para mi hubiera sido un disco soñado se me cae horriblemente por la voz de N. Frykdahl, a quien no conozco de nada pero en Tusan homichi tuvota, segundo tema del disco, parece Camilo Sesto drogado... o al menos así me suena. Esta canción está precedida por Sansara, una de las piezas instrumentales más demenciales que he escuchado recientemente en lo que a metal progresivo respecta (ya que Dream Theater parece haberse olvidado de componer temas de este tenor). Por suerte, M. Taff, nuevo colaborador, utiliza un registro totalmente distinto en ...And who's the God now?, donde lo experimental de las voces se mantiene, pero combinado con unos gritos y una fuerza de lo más pesadito del disco. Creo que ésta es con diferencia mi canción favorita. Es que lo tiene todo: es ecléctica, experimental, virtuosa, étnica a ratos, progresiva en otros, una joya de poco más de 10 minutos que creo es incapaz de dejar indiferente a nadie.

Indukted es otro de los temas grandes del cd. El comienzo es magistral con el duelo de riff de los guitarristas, y luego con los ritmos trabados, los cambios de melodía, la velocidad impresionante de las baterías... luego la calma hacia el último minuto. Una pieza instrumental maravillosa cuyo final tranquilo sirve de "colchón" antes de saltar a la experimentalidad de Aemaet. No puede negarse que supieron armar perfectamente el tracklist. El último tema con vocalista es Nemesis voices, que cuenta con la participación de M. Luginbuehl... un tercer cantante desconocido para mi. Me gusta más que Tusan homichi tuvota pero bastante menos que ...And who's the God now? Eso sí, el final del tema es alucinante.

No puedo evitar pensar a estas alturas en Mariusz Duda, vocalista de Riverside quien colaboró en S.U.S.A.R. No sé si se deba a que Duda me parezca un cantante soberbio, pero a pesar de lo mucho que me ha gustado Idmen no me parece tan bueno como el cd de 2004 de Indukti. Quizás se trata del mayor predominio de los violines en S.U.S.A.R., o que en serio no me termina de cuadrar el o los vocalistas de Idmen, pero pareciéndome una joya como me lo parece este disco del 2009, desluce en comparación con el del 2004. Menos mal que son mayoría los temas instrumentales, jejeje.

Antes de escribir la reseña había pensado en darle 7 al cd. Pero reescuchándolo me parece una tacañería darle esa puntuación. 8/10 para Idmen.

Tracklist

1. Sansara.
2. Tusan homichi tuvota.
3. Sunken Bell.
4. ... And who's the God now?
5. Indukted.
6. Aemaet.
7. Nemesis voices.
8. Ninth wave.


Y para los curiosos, Myspace de Indukti.

Share/Bookmark

viernes, julio 24, 2009

Síndrome noruego: Leprous-Tall Poppy Syndrome (2009)


Por primera vez en cierto tiempo lograré redactar una reseña a escasos días (digamos un par de semanas) de haber escuchado un cd por vez primera. Y este honor se lo merecen los noruegos de Leprous, una banda con un feo nombre deathmetalero pero que hacen un interesante metal progresivo, aderezado con toques power. Descubrimiento musical gracias a Marcel, a quien irónicamente no le gustaron tanto como a mi.

No es demasiado lo que puedo decir de Leprous, pues hasta hace muy poco ni idea tenía de su existencia. Se trata de una joven banda noruega fundada en el año 2001, que antes del lanzamiento de su primer disco había publicado los demos Silent Waters (2004) y Aeolia (2006). Con edades comprendidas entre los 18 y 21 años, sus miembros son Einar Solberg (teclado y voz principal), Tor Oddmund Suhrke (guitarra y voz), Halvor Strand (bajo), Øystein Landsverk (guitarra) y Tor Stian Borhaug (batería).

Lo más destacable de Tall Poppy Syndrome es a mi juicio la creación de un sonido claramente progresivo sin caer en tecnicismos vacuos, y sin tener demasiadas pretensiones crean un disco que cualquier amante del progresivo como del power metal pudieran apreciar, porque sí, no sé si se deba a una predisposición nórdica por este género pero las trazas del power metal son más que evidentes en canciones como Dare you, en la que a ratos noto un cierto parecido entre la voz del vocalista noruego y la del cantante principal de la banda francesa de deathprog, Adagio.


Quizás este nado entre dos aguas pudiera considerarse como un punto negativo, pues le resta un poco de homogeneidad a esta placa. Por ejemplo, Fate pudiera sonar como una power ballad que no congenia demasiado con el resto de Tall Poppy Syndrome; a pesar de ello es una canción muy buena, bastante densa a pesar de su lentitud, y con una fuerza en las guitarras que hacen de este tema uno de mis favoritos.

He will kill again pudiera considerarse el tema de mayor virtuosismo y, en consecuencia, el más "progresivo" (odio a muerte usar géneros como etiquetas, pero es una manera de simplificar la descripción). La voz de Einar Solberg suena muy power metal, pero a la vez sus solos de teclado son bastante técnicos y experimentales. Hacia la mitad del tema hay un momento instrumental genial a cargo de los guitarristas. De verdad tremendo tema. Not even a name sirve también para el lucimiento de Solberg en los teclados.

Un disco sustancioso y con carnita (teniendo en cuenta el nombre del grupo es un símil bastante asqueroso). 7,5/10 para el álbum debut de estos muchachos, de quien espero tengan un gran futuro en sus carreras, por mi propio beneficio y el de los amantes del metal progresivo y el power metal.

Y si les llamó la atención y como yo no conocían de nada a Leprous, he acá su Myspace.

Tracklist

1- Passing.
2- Phantom pain.
3-Dare you.
4- Fate.
5- He will kill again.
6- Not even a name.
7- Tall poppy syndrome.
8- White.

Share/Bookmark

lunes, julio 13, 2009

Nube más que negra gris: Dream Theater- Black Clouds & Silver Lightnings (2009)


Si bien hace dos meses o más que ya había escuchado el nuevo lanzamiento de Dream Theater, Black Clouds & Silver Lightnings, no es sino al sol de hoy que me dedico a escribir mis impresiones sobre este CD, por un lado esperando a que saliera la versión de tres discos (BC & SL en sí, un cd de covers y uno de versiones instrumentales de las piezas del nuevo disco), por el otro temerosa de escribir un artículo que posiblemente me inunde de hate comments y amenacen con acabar mi vida. La siguiente reseña se limitará al disco propiamente hablando, no a las versiones, que si bien me gustan mucho en su mayoría desconozco las piezas originales (la sinceridad ante todo) y no podría dar una opinión válida.

No es secreto para nadie que Dream Theater es una de mis bandas favoritas, favoritísimas. Puedo decir con orgullo que los he visto tres veces en concierto, y con fanatismo enfermizo que otras tres veces o más los vería de nuevo. Discos como Images and Words, Scenes from a Memory, Six Degrees of inner Turbulence o Train of Thougts me parecen sin exagerar obras de arte absolutas, lo mejor de lo mejor dentro del metal progresivo... pero qué pasa, pues que de gente capaz de hacer álbumes magistrales como esos siempre espero lo mejor. Octavarium en contra de la opinión de muchos me parece un muy buen disco, con un par de temas aburridos (I walk besides you, The answer lies within y quizás una parte del comienzo de Sacrificed sons), y Systemathic chaos sin ser un disco épico me resulta dinámico, entretenido, muy muy bueno aún sin llegar al listón de Scenes from a Memory. Pero definitivamente Black Clouds & Silver Lighnings a mi juicio ni es un gran regreso de la banda, ni me parece un disco para el recuerdo.

En primer lugar no, no se trata de un disco malo, porque con el corazón en la mano digo que no lo es, gente como Dream Theater son incapaces de hacer algo que atente contra el buen gusto musical :P De tratarse de cualquier otro grupo me parecería quizás una obra de arte sublime, pero tratándose de quienes se trata, me parece un disco flojo, poco innovador y falto de creatividad. Siguiendo la opinión del colega Apocalypso Facto, de verdad pareciera que la única manera de evitar que Dream Theater se estanque sea recurriendo a un productor externo, pues pareciera que Portnoy y Petrucci se están quedando sin muchas ideas. [Inserte su insulto acá].

Musicalmente el disco es soberbio, las interpretaciones de estos monstruos que son Petrucci, Portnoy y Rudess son magistrales (y no menciono a Myung porque me parece que no tiene casi protagonismo en los seis temas que conforman BC & SL), y por su parte La Brie está cantando como nunca. Al César lo que es del César, grandes músicos lo serán siempre, pero el disco en sí no ofrece a mi juicio nada nuevo. Es 100% válido que un artista quiera crear un álbum con referencias a composiciones anteriores, crear una red de metatextualidades y jugar con el conocimiento y la curiosidad del escucha, pero cuando la metatextualidad, las autorreferencias dejan de ser sutiles y se notan las costuras de la criatura, ese mismo disco pasa a convertirse simple y llanamente en un pastiche, un popurrí que no emociona ni innova.


Como el disco consta de sólo seis temas, haré un breve (y siempre subjetivo) análisis de cada uno de ellos:

1- A nigthmare to remember: Quizás el tema más pesado del disco y uno de mis favoritos. La primera vez que lo escuché el comienzo me recordó un poco al de In the name of God, pero se deslastra de esta canción para crear a mi juicio la más original del cd (original en cuanto a no parecerse a composiciones anteriores de la banda, al igual que The best of times). La Brie fenomenal, Portnoy enloquecido, Petrucci agilísimo y Rudess atinadísimo. De Myung poco puedo decir la verdad. Eso sí, los grunts o lo que sea que sea de Portnoy son casi tan divertidos como los coritos de The test that stumped them all (vaya temazo este por cierto, con todo y los geniales y simpáticos coros :D ).

2- A rite of passages: Un muy buen tema, a pesar de sonar desconcertantemente parecida a Home, mi tema favorito de Dream Theater con diferencia. Esto le resta puntos, porque ni por asomo es tan buena como Home y no es lo suficientemente distinto el comienzo como para que uno evite las siempre odiosas comparaciones. No es mi culpa, es demasiado evidente como para no mencionarlo. Sin embargo es también uno de mis temas favoritos de BC & SL.

3- Wither: De por sí tengo problemas personales con los temas lentos de Dream Theater,(en realidad con los temas lentos en general), es algo muy mío, pero no por ello considero malas las baladas del grupo ¿Cómo hacerlo? The spirits carries on, por ejemplo es una joya (aunque es un mal ejemplo porque esa canción la amo con locura). Pero Wither es tan, tan sosa. Bonita, pero gafa, una versión edulcorada de Hollow years. Lo mejor el mini solo de Petrucci, pero es muy "mini" y muy "hollowyearsado". Pesa de nuevo el factor "esto lo hicieron ya antes... y mejor".

4- The shattered fortress: Oh ¿Cómo entrarle a este tema? Mejor sin anestesia: De no existir toda la suite del alcoholismo de Portnoy este sería uno de los mejores temas en la carrera de la banda, existiendo, lo que pudo ser la gran culminación de la misma se volvió en un copia y pega descarado que, como el monstruo de Mary Shelley, está lleno de cicatrices y costuras. La interpretación es genial, La Brie canta increíblemente bien y fue estupenda la manera que encontraron de unir temas como The glass prison, This dying soul y The root of all evil, pero no ofrecen nada nuevo. No se siente como un tema original con flashes de otros sino como uno de sus usuales medleys de los conciertos.

5- The best of times: "The best of solos" la llamaría yo. No es un tema que me mate ni que me enloquezca, se me hace un poco cansona la línea vocal de La Brie, pero el solo de Petrucci es realmente de lo mejor en todo el disco. Tras un Systematic Chaos sin solos de guitarra, éste se agradece, y mucho.

6- The count of Tuscany: Un gran cierre, un tema realmente bueno. Va in crescendo tras un inicio lento donde Petrucci es el protagonista y cede el testigo a un cada vez más grande Rudess. Genial, absolutamente maravillosa... hasta el minuto 14, donde se vuelve lenta, muy lenta, y a mi juicio muy parecida a Octavarium, último tema del disco homónimo. Luego de ese minuto y tras un lindo momento acústico, el cierre de la canción es excelente. ¡Caramba! ¿Por qué The count of Tuscany tiene que parecerse a Octavarium en la mitad? No es que este tema no me guste, sino que no quiero más parecidos sospechosos tras 5 canciones plagadas de ellos (o 4, no me parece que The best of times tenga demasiado parecido con algo anterior).

En fin, Black Clouds & Silver Lightnings es una de mis mayores decepciones musicales del año; esperaba algo muchísimo mejor. Sin ser malo, porque no lo es para nada, no es lo suficientemente bueno como esperaba de uno de mis grupos favoritos. Un 6/10 para Dream Theater, con la esperanza de que el próximo lanzamiento sea dentro de muchísimos años si hace falta para que creen un disco con la calidad de Train of Thougts o Scenes from a Memory.

Myspace de Dream Theater.

Share/Bookmark