Cubano, homosexual y santero... Ignacio Jacinto Villa, nacido en Guanabacoa el 11 de septiembre de 1911, se ganó un bien merecido lugar en la historia de la canción latinoamericana con un seudónimo agridulce como su [no]voz: Bola de Nieve. Y digo lo de la [no]voz porque el Bola no cantaba prácticamente: susurraba, declamaba, histrionizaba, pero de voz nada; pero que nada tan llena de vida.
Búrlese quien quiera de ese párrafo ultra intenso que acabo de soltar (ahora que lo releo como que sí se me pasó la mano y soné a intensa ateneísta... terrible), pero de verdad que me emociona Bola de Nieve, ese que hizo que Edith Piaf, la apasionada más grande de mediados del siglo XX, se quitara el sombrero ante la interpretación que el pianista cubano (sí, Bola de Nieve fue un pianista de lujo también) hiciera de La vie en rose.
Lo que más me gusta de Bola de Nieve es su carácter híbrido y su ambigüedad emocional: Híbrido porque a mi juicio es un artista que conjuga de una manera genial lo popular cubano con la academia en la cual se formó siendo muy joven; ambiguo porque sus composiciones, su piano y su [no]voz suenan desgarradores y alegres de una canción a otra, o incluso en el mismo tema. Para mi, es uno de los grandes de la canción cubana del siglo XX; Ernesto Lecuona o Benny Moré son los otros ante quienes me quito el sombrero.
Comparto con ustedes un par de interesantes videos del Bola:
El manicero
La vie en rose (son imágenes con el sonido superpuesto. Me encantaría conseguir una grabación de Bola de Nieve interpretándola)
Para finalizar, logré superar los escollos de mi conexión y subir en Mediafire una muy buena recopilación de éxitos de Bola de Nieve de 1950 a 1960.
Espero que la disfruten: http://www.mediafire.com/?dx5udwlsxmx
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